miércoles, 8 de abril de 2015

"¡YO TENGO LAS MISMAS BRAGUITAS!" , dijo la enfermera.



   Hace exactamente doce días se me practicó una histerectomía radical en la Clínica del Remei. ¡Parece que ha pasado una eternidad! Los días que estuve allí, una semana, fueron en general bastante llevaderos, a pesar del dolor (aunque éste estaba muy paliado por múltiples drogas), de la inmovilidad que debía mantener en aquella estrecha cama, de las  complicaciones, la debilidad que no me permitía hacer casi nada, ni leer, ni escribir,  ni recibir visitas… Y entre otras cosas esos días se hicieron llevaderos gracias a las atenciones, al cariño y apoyo de los más próximos pero también de los más desconocidos; me refiero a enfermeras/os y auxiliares de enfermeros de la Clínica. El último día, cuando las fuerzas mínimas me permitían volver a casa, me embargó una emoción profunda de agradecimiento y me prometí que les  dedicaría unas líneas en este blog.
   Sin más demora, quisiera dedicar hoy unas palabras a las enfermeras/os y auxiliares de la Clínica del Remei que me trataron con tanta profesionalidad pero, ante todo, con tanto cariño. Agradecí y agradezco y estaré eternamente agradecida a todas sus muestras de empatía, paciencia y dulzura. Guardo recuerdos entrañables, simpáticos, íntimos… El comentario sobre mis braguitas que ella tenía iguales; la ternura de unas manos al bañarme, secarme  y perfumarme; las confidencias sobre las operaciones que ellas habían sufrido; el enfermero “campeón” que chocaba su mano contra la mía como un jugador de basquet; los apelativos que me parapetaban  contra el dolor, el hastío o el bajón (guapa, bonica, reina, princesa...); el gesto de comprensión de la enfermera que me consentía el capricho de cambiarme una manzana por cualquier otra fruta porque yo no quería manzana;  los bombones compartidos; el gesto de comprensión del enfermero de noche ante mi ansiedad e insomnio; la sonrisa; el guiño de complicidad; etc, etc
   Nunca había apreciado tanto la importancia de esta profesión, de esta carrera sumamente vocacional. Nunca había reflexionado tanto entre las similitudes entre esta profesión y la mía, la enseñanza. La importancia que tienen la empatía, la paciencia, la dulzura, el buen humor, la disposición a dar y recibir, compartir, el agradecimiento… una sonrisa.
   Gracias a Ariadna Puig (compañera en el colegio de mi hija Marta que reapareció en mi vida, una de esas noches, adulta, vestida de enfermera), a Mireia, Laura, Teresa, Silvia, Elena, Montse, Soledad, Pere, al “campeón” (el enfermero bajito de la noche), y a todos aunque, lo siento, no recuerde su nombre o simplemente se me olvidó preguntarle. No sé quién era enfermera/o y quién auxiliar de enfermero; para mí todos fueron de la misma importancia y valor. Sin su vocación, su capacidad de trabajo, su profesionalidad, su cariño, no sé si guardaría tan buen recuerdo de esta experiencia.

4 comentarios:

  1. Imagino que has debido pasar unos días muy malos entre la operación y los dolores del post-operatorio. En momentos así, la atención, la entrega, la empatía, las muestras de cariño, adquieren una enorme dimensión. Justo agradecimiento hacia esas personas que te han acompañado en momentos especialmente duros para tí. Celebro que todo haya ido bien. Un fuerte abrazo, Mar.

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  2. ¡Cómo se agradecen esas cosas! Es una parte fundamental de la medicina: el saber estar con el paciente, con cariño. A veces los médicos prestan menos atención a esta parte que las enfermeras (o enfermeros).
    Me alegra que encontraras a esos profesionales tan humanos. Un beso!

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  3. Mar, siento no haberte visitado antes y más con lo que cuentas, bienvenida al club, compañera. Deseo que estés ya recuperada.
    Mi abuela decía que es de bien nacido ser agradecido, y está muy bien recordarlo, porque esos momentos son muy especiales en la vida de cada persona.
    Me encantaría estar más cerca y poder regalarte una ramita de azahar del pequeño naranjo que sembramos en la puerta de la casa.

    Un fuerte abrazo.

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  4. Cuando nos toca vivir en primera persona una situación como la que debiste pasar, caemos en la cuenta de todo lo que significa contar con un servicio adecuado de profesionales con calidad y calidez humana. Es algo invalorable que marca la diferencia.
    Me alegra que puedas ahora contarlo como una experiencia que te ha ayudado a crecer. Además, es bueno decidir compartirlo.
    Un abrazo y bienvenida!
    =)

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