jueves, 12 de marzo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO: MIRADAS



Los mismos ojos, diferente la mirada.

   Nacemos con unos ojos, un arma valiosísima que apenas  valoramos a veces, como tantas cosas. Nacemos cargados de energía, de curiosidad, de alegría vital. De niños todo nos apasiona… Y poco a poco, las creencias que heredamos, de padres, de maestros, de nuestra sociedad, cultura, religión…  cambian la visión de las cosas; nos van moldeando, nos limitan. Miedos, inseguridades, experiencias mal vividas, interpretaciones, palabras que creemos, promesas que doloridos nos hacemos etc nos van restando energía, vitalidad… alegría de vivir… nos van cambiando la mirada.  Y nos identificamos con esa mirada.  A algunos se les enturbia, a algunos  se nos entristece la mirada; a otros se les hace altiva;  a algunos se les enrabia...
   A veces es necesaria una mala noticia o hasta, desgraciadamente, una tragedia, algo que nos sacuda de verdad, como una enorme ola que nos bate y nos hace caer cuando la afrontamos de cara y revolcarnos en la arena. Ahí en el suelo, derrumbados, tenemos dos opciones, dos posibles miradas.  Asombrarnos de la potencia de la ola, admirar la majestuosidad de la mar y bendecir su divinidad… agradecer que su belleza nos envuelva o… cagarnos en la madre que parió a la ola, que qué mala mar que hace hoy, que aquí no se puede nadar, que qué ridículo, ay que nadie me vea, es que la he viso venir y no  he hecho nada… que es que soy una inútil y…
   La vida y su fiel compañera, la muerte, me han dado un toque de atención estos días. Próximamente me van a practicar una histerectomía por un quiste sospechoso en un ovario. Y he decidido aprovechar para cambiar mi mirada.  Agradezco todo lo que tengo pues tengo muchísimo, entre muchas cosas, vuestra lectura y amistad incondicional, jueveros  y no jueveros. ¡Y este maravilloso portátil! Sí, el sueldo me ha dado para ello y yo ¡tanto quejarme de mi sueldo!
   Desde hace tiempo vengo sorprendiéndome con la belleza divina de la madre  naturaleza. Ahora juego a encontrarla en mi ciudad… aprendo a ver mi ciudad, mi casa, mi familia, mis amigos virtuales y no, mis compañeros de trabajo, mis alumnos… todo, con otros ojos. Aprendo a amarlo todo. También a mí misma. Me sorprende que ahora pueda verme a mí misma de manera diferente… y quererme.
   Y me sorprendo con la belleza de las cosas pequeñas.  Me sorprendo con el milagro constante de la vida. La mirada cambia, puede cambiar;  no se necesitan otras gafas, ni estar enamorado,  como yo siempre creía, jajajaja. Sólo dejarse sorprender por la vida, por su divinidad, por nuestra propia vida, divinidad.
   Os dejo para despedirme un precioso regalo que me ha hecho un alumno:  una canción de una sensualidad exquisita,  con unas imágenes bellísimas. Observaréis que la cantante lleva gafas de sol y bastón. Tuvo un accidente gravísimo a los 19 años yendo en bicicleta. Sufre de hipersensibilidad a la luz, problemas de memoria, locomoción, etc. Un ejemplo de superación increíble: 
 
"MIRA" , MELODY GARDOT:   https://www.youtube.com/watch?v=C6X9uq05H74




Más miradas en casa de  Matices

11 comentarios:

  1. A veces es muy bueno cambiar la mirada, cambiar la visión de las cosas que nos parecen cotidianas o sin importancia, pero lo son. Ante hechos que nos pasan y nos marcan nuestra mirada se vuelve distinta, y comenzamos a valorar más las cosas simples.
    No pude escuchar la canción, me da error. Más tarde lo intento de nuevo.
    Lo mejor en tu cirugía, y que salga todo bien, un beso enorme.

    ResponderEliminar
  2. No escuché la canción pero leí el relato y el título me parece redondo y contundente. MUY BIEN.

    ResponderEliminar
  3. Cambiar la mirada ante la vida, una estrategia que suele resultar a instancias de una alerta o una desgracia. Hallar la fortaleza para no bajar los brazos y encontrar el ángulo positivo que nos permita una nueva perspectiva de la circunstancia que nos toca transitar, entendiéndola como una nueva posibilidad.
    Te felicito por tu actitud y coraje.
    un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  4. Todo un planteo Mar, a cerca de cómo vemos las cosas. No es lo mismo ver que mirar, y a veces, solo miramos, sin mucha detención, sin captar los detalles, sin atender ni entender lo que implica, todo eso cuanto miramos. Ver, es más profundo, y muy bien lo narras. El darle un giro a las cosas para encontrarle el lado positivo, es una decisión sana. No siempre nos atrevemos a ello, o simplemente no tenemos ganas, y nos quedamos con lo malo... Toda una enseñanza y un enfoque de vida, el que nos ofreces a través de tus palabras.
    Te deseo lo mejor en ese estudio que debes hacerte.
    Un beso al vuelo!
    Gaby*

    ResponderEliminar
  5. Muy de acuerdo con tu reflexión, Mar. Según miremos así se nos mostrará lo que nos rodea, Mira en positivo y llegará a ti , yo lo creo, y aunque cuesta, no es imposible. No hay que esperar a que ocurra algun hecho que nos volteé para detenernos y descubrir todo lo bueno que nos rodea.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Le das la vuelta a la vida, le das alas a las buenas ideas y así sigues en el camino.

    ResponderEliminar
  7. Todas las miradas no son ninguna si miran al vacío, a la nada... Más se ve con los ojos cerrados. Esa mirada última, la tuya, la de ahora, la que estrenas como una niña... -o como una mujer- que mira con la perspectiva de la belleza, es la mirada a la que es dificil llegar. ¡No la pierdas! Besos

    ResponderEliminar
  8. Iba leyendo tu relato mi querida Mar y me dolió ese NOS de la frase “a algunos se nos entristece la mirada”, pero al seguir leyendo veo que efectivamente una desgracia nos puede cambiar la mirada, claro está que lo de tu operación no va a alegrarme, te mando todo mi cariño y mi energía positiva, que ya sabes que no sirven para nada pero reconfortan, pero me alegra que eso en vez de entristecerte más la mirada te haya hecho que la cambies y como un ciego que ha recuperado la vista, veas el mundo tan hermoso como es. El cariño no se diluye, siempre está ahí, constante, como el mar, ese mar que a las dos tanto nos gusta, miles de besossssssssssssss.

    ResponderEliminar
  9. Iba leyendo tu relato mi querida Mar y me dolió ese NOS de la frase “a algunos se nos entristece la mirada”, pero al seguir leyendo veo que efectivamente una desgracia nos puede cambiar la mirada, claro está que lo de tu operación no va a alegrarme, te mando todo mi cariño y mi energía positiva, que ya sabes que no sirven para nada pero reconfortan, pero me alegra que eso en vez de entristecerte más la mirada te haya hecho que la cambies y como un ciego que ha recuperado la vista, veas el mundo tan hermoso como es. El cariño no se diluye, siempre está ahí, constante, como el mar, ese mar que a las dos tanto nos gusta, miles de besossssssssssssss.

    ResponderEliminar
  10. Nuestra visión de las cosas puede sufrir un giro de 180º a partir de un momento de nuestra vida, pero es cierto que la vida es un don preciado y que es hermosa y que merece contar con la mejor de nuestras miradas siempre, aunque a veces se hace muy difícil esa óptica.
    Un fuerte abrazo, Mar.

    ResponderEliminar
  11. Todo parte de aprender a querernos, a valorarnos, si nuestro ser interno está bien, nosotros también lo estamos, nos llegan situaciones que nos sacuden, o como dices, nos mandan al piso, está en nosotros reconocer qué o quién nos ha tirado y brindarle nuestra mejor sonrisa y cálida mirada, porque nos ha hecho perder el equilibrio y volver a retomar, con más fuerza, con más ganas y descubrir que estamos envueltos en pequeños detalles, es imprescindible que observemos, porque nosotros mismos somos piezas de puzzle hecha de detalles.
    Que todo salga bien en la operación, abrazo tu alma, Mar

    ResponderEliminar