miércoles, 20 de agosto de 2014

VITA, HAROLD Y VIRGINIA



"Victoria Mary Sackville-West,  La Honorable Señora Nicolson,  conocida como Vita Sackville-West, fue una poeta inglesa, novelista y jardinera. Su largo poema narrativo, La Tierra, ganó el Premio Hawthorn en 1927. Lo ganó una vez más en 1933 con sus Collected Poems, y hasta el momento es la única persona que ha ganado el premio dos veces. Ayudó a crear su propio jardín en Sissinhurst, Kent en el Castillo de Sissinghurst, adonde se mudó con su marido  Harold Nicolson."  (Wikipedia)


Visité Sissingburst este verano, en el estado de Kent, England. Yo iba a visitar el jardín pero me encontré  una exposición con motivo de los 100 años del aniversario de su boda. La exposición explica la historia de la boda de Vita y Harold y de su heterodoxo matrimonio. Me pareció una historia increíble, pero entrañable y admirable según la correspondencia entre los dos... y llena de... ¿amor? ¿Amor? ¿Se amaban? ¿De qué manera? Pues a juzgar por la correspondencia de uno y de otro,  Vita y Harold se amaban/ se querían, de una manera muy especial, más allá de reglas y convenciones sociales. Ambos, Vita y Harold mantuvieron simultánea y abiertamente relaciones con personas de su mismo sexo; relaciones que eran consentidas por los dos. Seguramente llegaron a un grado de respeto, confianza y complicidad a la que pocos matrimonios o parejas llegan nunca.


Entre las "amantes" más conocidas de Vita, está la escritora Virgina Woolf. Se da por sentado que hubo sexo entre ellas... pero también hay quien lo niega. Lo que sí hubo fue desde luego una gran admiración de una hacia la otra, una poderos comunión de almas y una gran compenetración intelectual. Vita admiraba el talento como escritora de Virginia. Virginia admiraba de Vita su coraje, pues Vita  fue, dentro de los límites que imponía su clase aristocrática, abiertamente lesbiana. 

Algunas líneas de la correspondencia entre ellas, o de sus diarios, me parecen de una gran belleza y ternura y me conmueven.

De Vita a Virginia:

"Es increíble lo esencial que te has vuelto para mí... Maldita seas, criatura mimada. No conseguiré que me ames más traicionándome así", Vita a Virginia, desde Trieste, 21 de enero de 1926.

De Virginia a Vita:

The Hogarth Press,

52 Tavistock Square, W.C.1

Martes 2 de febrero de 1926

(...)

Ahora debo terminar esta carta. Y no he dicho mucho de nada ni te he dado una idea de las altísimas y aterradoras olas y los profundos pozos infernales que asciendo y desciendo en pocos días. Como todos. Subimos y bajamos violenta, incesantemente, y me siento algo avergonzada, ahora que trato de escribirlo, de ver qué minúsculo egoísmo hay en el fondo de todo eso, por lo menos en mi caso: que no puedo escribir mi novela, que debo salir a tomar el té, que tendría que comprar un sombrero. Ah, pero también está Vita. Quererla no es un egoísmo minúsculo.

¿Sabes que esta mañana sufrí un verdadero golpe de decepción? Estaba segura de que tendría una carta tuya, la abrí, y en su lugar encontré una carta de una mujer (Ethel Pye) que hace diez años se sentó frente a mí en un ómnibus azul y que ahora quiere venir a hacer un busto mío. Pero la adulación implícita me enfadó tanto, que otra vez estuve maldiciendo: no hay intimidad, siempre hay gente que viene y no hay carta tuya. ¿Por qué no? Sólo una nota desde Dover y un gemido salvaje melancólico adorable desde Trieste*.

Y tampoco ninguna fotografía.

Adiós, queridísima criatura lanuda.

Tuya, V. W.



De Vita a Harold:

“Quiero a Virginia, ¿Quién no lo haría?, pero realmente, querido, mi amor por Virginia es una cosa diferente de las otras: es una cosa mental, una cosa espiritual, una cosa intelectual. Me inspira un sentimiento de ternura que supongo deriva de la divertida mezcla que presenta de fortaleza y debilidad. La fortaleza de su mente y su terror permanente de volverse loca otra vez… No se qué efecto podría tener para ella. Éste es un fuego con el que no me quiero quemar… Le tengo demasiado afecto y un gran respeto. Además, ella sólo lo hizo con Leonard, un terrible error, y enseguida lo dejaron. Así que, para ella, todo es desconocido. O sea que ya lo ves, en este caso soy prudente; lo sería menos si me sintiese más entusiasta… déjame serte franca… me he acostado dos veces; eso es todo; me parece que ya te lo había comentado. Ahora ya lo sabes y espero que no te haya ofendido.”


Del Diario de Virginia: 

“Vita vendrá mañana a comer. Será un gran entretenimientoy un gran placer. Resulta curioso observar nuestra relación: tan ardiente cuando nos separamos en enero… y ¿ahora qué? Me gusta su presencia y su belleza. ¿Estoy enamorada de ella? ¿Qué es estar enamorada?”

¿Qué es estar enamorada? ¿Qué es amar?
Siempre me hesentido apasionada por el personaje y la escritura de Virginia Woolf. Hoy, me declaro eternamente enamorada de Virginia Woolf. Y admiradora de Vita. 


 

6 comentarios:

  1. Sin duda fueron relaciones complejas que potenciaron -y a la vez potenciaron- sus correspondientes cualidades literarias. Alcanzar la libertad espiritual que nos libera de eventuales ataduras personales-sean cuales fueran- nos da el poder de mayor expresividad y profundidad en cada una de las aristas creativas con las que busquemos expresarnos.
    Un abrazo.
    P.d me anoto entre los seguidores de este nuevo blog
    =)

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    1. Hola Mónica,
      gracias por leerme, comentarme y seguirme. Un besote

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  2. ¿qué es el amor...? ¿existe en ese estado puro que idealizamos en un exceso de romanticismo?. Los seres libres de espíritu y de mente abierta, lo viven, quizá sin encontrar tampoco respuesta.
    Estos seres privilegiados, gozan también de mi admiración y complicidad y también siento que me enamoran, otra forma más de amar Hay tantas...!

    besos

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    1. Linda, gracias por visitarme. Sí, estoy contigo, hay innumerables formas de amar. Besote

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