domingo, 19 de mayo de 2019

LIBRE


LIBRE

En todo este tiempo
no te has cansado de acechar
en algún callejón de mi sueño.
¿A santo de qué regresas?
¿Acaso el tiempo no cura nada?

Amanezco mañanas
Con tu sonrisa en el umbral de la puerta.
Llevas la misma camisa blanca.
Y te prohíbo entrar
y te declaro muerto; te proclamo muerto.

Luego me sobresaltas malditamente vivo,
en una foto, en una taza, en una planta,
en el canto de una tórtola,
en un perro que no conozco…
en una mota de polvo que me ahoga.

Parece que el tiempo no cure nada…
Pero sí.
Por suerte hoy he despertado de tu hechizo,
he recordado los amarres y mordazas
y aislada en el aseo, a oscuras
del estruendo de tu nombre,
agarro las tijeras y corto el cordón umbilical
que juntos preñamos.

Y me proclamo libre.