miércoles, 11 de enero de 2017

NO HABLARÁS EN CLASE



Temo tu silencio.

No el que callamos juntos atónitos ante un nuevo sol.

No el de después de saciar nuestros cuerpos.

No el del abrazo al final del día frente al televisor.

No son esos silencios los que temo, no.



Temo otro silencio tuyo… Ese silencio tuyo

que aprieta tus labios y enturbia tu mirada.

Ese silencio contrariado preñado de tempestad.

Un silencio de ciénaga que esconde un monstruo,

un silencio ceñudo, hiriente, juez,

un silencio sordo, amurallado

contra la súplica de mis labios y mis ojos.



Tu silencio se me atraganta,

Me ahoga, me estrangula, me anula.

Me devuelve a una silla de parvulario,

Castigada, atada y amordazada, sola.

Negada la alegría a la niña de mis cuatro años.

En tu silencio resuena

el silencio que pactaron mis abuelas.

Es el silencio de mis abuelos muertos en la cuneta.

Es un silencio asfixiante, anterior a la batalla.

Y yo quiero gritar, gritar, gritar.



Tu silencio me sienta en un banco gélido de la Gran Vía,

enamorada, junto a mi primer verdugo,

callado él, con las manos en los bolsillos.

Su perfil despectivo, inamovible, impertérrito.

Yo, aterrada, aterida, sin respuesta…

Huir, huir, ¡salir corriendo!

Todo antes que aguantar

un silencio estéril, acusador, castrante,

un silencio que susurra “no te quiero”.


Huir, huir, ¡salir corriendo!
Antes abrazar el silencio de las cuchillas.

Porque seguramente debo callar,

porque no tengo razón,

Por no haber hecho o pensado lo correcto.

Porque seguramente soy culpable, culpable, culpable,

De no quererte yo lo suficiente.

De tu dolor,  Amor.


8 comentarios:

  1. Conmovida y encantada de leerte. Siempre tan exquisita y elocuente en la forma de expresar sentimientos y emociones.
    Besos, Mar. Lindo verte por aqui y por allá de nuevo.

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  2. Vivian, qué bien que me hayas leído. Qué bueno estar conectads de nuevo. Un abrazo amiga

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  3. Mar, me parece un magnífico poema, certero en dibujar los perfiles de ese maltrato psicológico que te hunde y anula haciendo que te sientas culpable de ese desamor. Yo me pregunto cómo es posible que convivan en una misma persona esa vertiente tierna que dan lugar a esos silencios no temidos y al mismo tiempo esa capacidad de menosprecio y odio, esa capacidad para ningunear y humillar a la otra persona.
    Como siempre, un gusto leerte.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Ohhhhhh, Pepe, qué alegría volver a escribir, y que los amigos me lean. Y que además me comenten.He estado apartada de FB,y tb de aquí. Me han dicho que los jueveros vais . Vienes? Espero que sí!!!!! Oye,me puedes invitar al grupo de jueveros por FB, es cerrado creo,no? Yo iré adonde quedéis en BCN. Tengo muchas ganas de veros y de conocerte a ti en persona!!!!

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    2. Pepe, estás como seguidor de este blog? Te haces porfa? Un fuerte abrazo!!!!!

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    3. Yo estaba en la creencia de que te seguía, pero no era así. Ya me he hecho seguidor incondicional. Me gustaría acudir a Barcelona, pero las fechas (y la economía), me pillan muy ajustadas ya que en Abril me voy al camino desde Córdoba a Santiago y en Mayo, nada más volver, voy a Cádiz a unas jornadas de senderismo. Haré todo lo posible porque nunca he faltado y porque también tengo muchas ganas de conocerte en persona. Un fuerte abrazo.

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  4. Me ha encantado Mar, desgarrador, conmovedor , y es que el silencio a veces duele , a veces es ensordecedor . Besotes

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    1. Hola Nuria,
      gracias por leerme y dejar comentario. Celebro que te haya gustado. Oye, eres seguidora de este blog? Si no es así, te invito a que lo seas. No te conozco, voy a leerte. Besos.

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