jueves, 28 de enero de 2016

MADRE



MADRE

                        (A mi hijo Daniel)


Me gusta cuando me llamas "madre"

y tu voz me apunta certera
y me significa

y me clavas a la tierra

y me devuelves a un silencio de útero
en el que tú y yo fuimos uno.

jueves, 21 de enero de 2016

Este jueves un relato: SUCEDIÓ A BORDO... DE UN TREN




   

   La mayoría de los pasajeros permanecen  sentados. Algunos dan muestra de su nerviosismo; otros lo logran contener. Algunos están compungidos por lo ocurrido. Una mujer muy cabreada suelta un improperio y hasta una frase de protesta desnuda de humanidad –“¡mira que escoger esta hora para tirarse!”. No le digo nada, porque no quiero pelearme. Segundos después se me escapa una lágrima.
   Nos han obligado a bajar y son las nueve de la mañana cuando el tren se pone de nuevo en marcha, una hora después. Yo he sido de los que he decidido quedarme en la estación. Otros se han  bajado y han subido a los autobuses que la compañía ha ofrecido o han vuelto al punto de origen o… no sé.
   Son las nueve de la mañana, de una fría mañana de enero y pienso, ya en el tren, que es  sorprendente cómo la vida sigue a pesar de todo, contra mi deseo y la voluntad de muchos. Contra la voluntad de este hombre que ha tenido el coraje de tirarse a las vías. Porque la vida se abre paso, continua.
    El tren sigue su camino, a pesar de todo, como la vida. Esta vida que se empeña en que yo viva. De nada me sirve lamentarme; de nada la enfermedad;  nunca me muero, siempre la sobrevivo. De nada sirvieron mis fantasías mortales, que quedaron sólo en eso, fantasías. La vida me habita, como a una planta seca que contra todo pronóstico volverá a florecer esta primavera.
   Estoy a punto de llegar a mi destino y me pongo a contemplar el paisaje. A pesar del frío, por la ventana se puede contemplar un sol rotundo.  Decido vivir. 

s viajes en en el blog Desgranando momentos.