Las cuatro no me lo puedo creer, ya ni con pastillas, apenas dos horas y en un par más hora de levantarse, me pasé con el café ayer? no creo, tal vez cené demasiado, o el chupito... a ver quién visita mañana, estas horas y sin dormir, Claudia, si por lo menos ya hubieras llegado, yo a lo mejor seguiría despierta, pero más tranquila, es que coger la moto con la que caía! pero quién te dice que no? si no hay quién te diga nada, ahora que ya me podrías mandar un whats, ya no digo llamar, pero un whats? qué te cuesta que la que pago el móvil soy yo, hostia, que soy gilipollas, y si le ha pasado algo? un día le va a pasar algo... a ver qué será esta vez, un día me llaman y me dicen que la tienen en un hospital, o en una comisaría que con lo chula que te pones con la policía, me levanto, me levanto porque me va a dar algo, venga, café, y ese? qué hará? despierto desde que me he ido a dormir, qué le pasará? insomnio como a mí? hoy ya hace una semana que casi no duermo y ese, todas las noches ahí, encorvado frente a una mesa, delante del ordenador, bueno, eso parece, que es un ordenador... será escritor? jugador? porno? dónde guardé los primáticos? joder, Claudia! las cuatro y media! yo la mato, aquí, a ver... sí, un hombre mayor sentado delante de un ordenador y está escribiendo, no lo reconozco del barrio, estará chateando, un hombre solitario en busca de compañía, me pregunto cuánta gente habrá despierta en su casa, a estas horas, sola y delante del ordenador, buscando compañía o, esperando a alguien, su friendo, o simplemente, matando el tiempo, esperando el sueño.
- ¿Mami? ¿Qué haces depierta? ¿Y esos primáticos? ¡Serás cotilla!
- ¿De dónde vienes?
- ¡A ti te lo voy a contar!
Más noches en vela en el blog de PEPE
Bien planteado el relato. El insomnio se retrolimenta con esos pensamientos inquietos. Y tal vez el regreso de la hija, sana y salva, termine con el insomnio, si que no tiene que levantarse.
ResponderEliminar¡Cuantas cosas se pasan por la cabeza en una noche en la que no se puede dormir! y para colmo los hijos fuera y la mente dando vueltas...
ResponderEliminar¡Cuantas cosas se pasan por la cabeza en una noche en la que no se puede dormir! y para colmo los hijos fuera y la mente dando vueltas...
ResponderEliminarjaja... me gusto el relato, vaya insomnio conpensamientos inquietos que van y vienen sin avisar jaja..
ResponderEliminarEs buenísimo este relato! Es que tantas veces me pasa lo mismo cuando mi hijo sale y no es capaz de avisarme que llega tarde. Qué impotencia me da! Y uno es una fábrica de pensamientos negativos.
ResponderEliminarMe encantó! Un abrazo.
¿Sabes Mar?, la vida me ha concedido cuatro hijos y sé de noches en vela sin poder conciliar el sueño hasta que los veía entrar. Bendita adolescencia que nunca les hacía ver lo tarde que era. Es lo que tiene ser padres. De esos insomnios y de otros, algo sé. Me ha encantado tu desvelada aportación, momentos de cotilleo incluidos.
ResponderEliminarGracias por sumarte a mi convocatoria.
Un fuerte abrazo.
Muy interesante sus textos Los he leido a todos hermosa manera de compartir desvelos
ResponderEliminarHace ya mucho que dejé de dormir por las noches, esperando la llegada de las hijas. Ahora son otras las preocupaciones que hacen que el sueño se ausente, pero al igual que tu, cuando me levanto para calmar los nervios siempre miro las ventanas en las que la luz sigue encendida. No creo que sea afán de cotilleo, mas bien solidaridad.
ResponderEliminarBrillante entrada.
Un abrazo.
Hace ya mucho que dejé de dormir por las noches, esperando la llegada de las hijas. Ahora son otras las preocupaciones que hacen que el sueño se ausente, pero al igual que tu, cuando me levanto para calmar los nervios siempre miro las ventanas en las que la luz sigue encendida. No creo que sea afán de cotilleo, mas bien solidaridad.
ResponderEliminarBrillante entrada.
Un abrazo.
Los hijos son uno de los principales motivos de insomnio, te comprendo, a mi me pasaba lo mismo, ahora ya se han independizado, y como dice el refrán, ojos que no ven, corazón que no siente. Siempre nos quedará el cotilleo.
ResponderEliminarUn abrazo
La de noches que he pasado como tu, tambien mis hijas salian en moto ya que viviamos en una casita a las afueras y la de cosas a cual mas terrible que llegan a pasar por la cabeza.Muy buen relato y al final con su punto divertido, besos.
ResponderEliminarLa de noches que he pasado como tu, tambien mis hijas salian en moto ya que viviamos en una casita a las afueras y la de cosas a cual mas terrible que llegan a pasar por la cabeza.Muy buen relato y al final con su punto divertido, besos.
ResponderEliminarBuen relato! La cantidad de pensamientos que se te pueden pasar por la cabeza en un momento así, esperando...A mí todavía no me ha tocado pero seguro que empezará pronto.
ResponderEliminarQue buena lenguarada insómnica la que nos metemos cuando nos agarra despiertas la espera de un hijo...me he reido mucho con tu forma de narrar los hechos...besos
ResponderEliminarEso es lo que tiene ser madre, la preocupación y el desvelo por los hijos, de pequeños cuando lloran porque están enfermos y de mayores porque no llegan a casa, el temor de que les haya ocurrido algo en la carretera.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato juevero, muy bueno.
Un beso.
Me he reído con ese final... entiendo de esas preocupaciones, y me declaro curiosa... pero jamás se me ocurrió espiar a alguien con prismáticos!!!
ResponderEliminarUn beso.
Qué bonito y original texto. Cuando Morfeo se va de viaje, o de parranda es de tomar cuidado. Ya no se diga, si se aguarda preocupada la espera de un ser querido. Las cosas que se piensan son terribles. =)
ResponderEliminarSaludos
Qué bonito y original texto. Cuando Morfeo se va de viaje, o de parranda es de tomar cuidado. Ya no se diga, si se aguarda preocupada la espera de un ser querido. Las cosas que se piensan son terribles. =)
ResponderEliminarSaludos