La mayoría de los pasajeros permanecen sentados. Algunos dan muestra de su nerviosismo; otros lo logran contener. Algunos están compungidos por lo ocurrido. Una mujer muy cabreada suelta un improperio y hasta una frase de protesta desnuda de humanidad –“¡mira que escoger esta hora para tirarse!”. No le digo nada, porque no quiero pelearme. Segundos después se me escapa una lágrima.
Nos han obligado a bajar y son
las nueve de la mañana cuando el tren se pone de nuevo en marcha, una hora
después. Yo he sido de los que he decidido quedarme en la estación. Otros se
han bajado y han subido a los autobuses
que la compañía ha ofrecido o han vuelto al punto de origen o… no sé.
Son las nueve de la mañana,
de una fría mañana de enero y pienso, ya en el tren, que es
sorprendente cómo la vida sigue a pesar de todo, contra mi deseo y la voluntad de
muchos. Contra la voluntad de este hombre que ha tenido el coraje de tirarse a
las vías. Porque la vida se abre paso, continua.
El tren sigue su camino, a
pesar de todo, como la vida. Esta vida que se empeña en que yo viva. De nada me
sirve lamentarme; de nada la enfermedad; nunca me muero, siempre la sobrevivo. De nada sirvieron
mis fantasías mortales, que quedaron sólo en eso, fantasías. La vida me habita, como a una
planta seca que contra todo pronóstico volverá a florecer esta
primavera.
Estoy a punto de llegar a mi destino y me pongo a contemplar el paisaje. A pesar del frío, por la ventana se puede contemplar un sol rotundo. Decido vivir.
Más viajes en en el blog Desgranando momentos.
Estoy a punto de llegar a mi destino y me pongo a contemplar el paisaje. A pesar del frío, por la ventana se puede contemplar un sol rotundo. Decido vivir.
Más viajes en en el blog Desgranando momentos.
Pienso que la narradora de tu historia debería alegrarse de que la vida la habite. Esas ramas secas me han recordado los versos de Machado:
ResponderEliminarAl olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
La vida Mar continúa y merece la pena ser vivida.
Gracias por acompañarme en este viaje.
Un fuerte abrazo.
Soy una gran admiradora de Machado. De lo que he estudiado es de lo que más recuerdo. Sus versos me apasionan desde pequeña. Gracias por aceptarme el relato, pasar y leerme.
EliminarUn relato que estremece y conmueve a la vez que llena de optimismo y ganas de vivir. Eso es lo que me ha parecido a mi y me gusta ese contraste. Besos.
ResponderEliminarGracias por pasar a leerme. Celebro que te haya dejado ese sabor optimista. Besos Cristina
EliminarUna buena decisión de la que nunca se arrepiente uno.
ResponderEliminarGracias por pasar a leerme Tracy. Un abrazo
EliminarHay quienes sin pretenderlo, terminan bajos las vías, por confiar demasiado en velocidad, por subestimar el riesgo de cruzar las vías con un tren demasiado cerca. Y pierden las vida y le complican el viaje a otra gente.
ResponderEliminarY es más valiente el vivir.
Saludos.
A veces pienso que matarse es muy valiente y respetable. Saludo!
EliminarDecidir vivir...cuánta fortaleza hay en esa decisión!
ResponderEliminarUn abrazo
La mejor palabra que podía leer en los comentarios: fortaleza. Un abrazo inmenso de agradecimiento. Me haces feliz, ya que me identifico con esa pasajera.
EliminarNeo, que no te pedí permiso y cogí la imagen del tren que había en tu blog. Espero que no te haya molestado. Gracias!!!!
ResponderEliminarEstremecedor relato Mar, se me ha encogido el alma y también me han dado ganas de gritarle a esa señora por esa frase tan cruel... y es que es así ni el tiempo, ni la vida esperan por nosotros o nos subimos al carro o este se pasa de largo...
ResponderEliminarBesines...
Gracias. "Ese besines"... ¿eres asturiana?
EliminarTu relato deja un espacio para la reflexión de como todas las decisiones, incluso la de quitarse la vida, altera y complica la de los demás... Besos
ResponderEliminarGracias por leerme, besos
EliminarHay que ser muy valiente para vivir sobreviviendo pero mucho más valiente decidir morir.
ResponderEliminarUn relato de mucha reflexión, sinceramente.
Un beso muy grande.
No sé quién es más valiente... en cualquier caso, respeto las dos decisiones. Gracias por leerme. Un beso
EliminarEntristecedor relato. Los expertos piensan que estas personas no buscan con acabar su vida sino sus sufrimientos. La aventura de vivir es aprender felicidad como también fracasos, la vida no es color rosa tiene diferentes matices. Y la vida sigue, no se detiene ni ante las peores circunstancias de la vida. Muy buena decisión escoger seguir viviendo pese a todo obstáculo.
ResponderEliminarSaluditos
Creo que es cierto que muchas personas lo que desean es dejar de sufrir; han llegado a su techo de sufrimiento; no pueden tolerar más... Bueno gracias por leerme Salud!
EliminarMe ha parecido muy duro este texto Mar, sobre todo la primera parte. Ese estar como por encima de los acontecimientos aunque estos sean desgarradores. Pero luego va girando y muestras fuerza por encontrar donde aferrarse y vivir. Sí, la palabra es fortaleza.
ResponderEliminarMe gustó leertey el regusto que me dejas.
Besos.
San, la sonrisa juevera! Fortaleza sí, le pido al 2016. Gracias por pasarte y leerme y comentarme! Besos preciosa.
EliminarUn relato muy crudo, yo me encontre con una situacion similar, solo que apartaron el cuerpo de la mujer a un costado lo taparon con papel de diario y el tren siguio su camino. La sensacion de impotencia y la pena fueron inmensas. Despues supe que la mujer se suidido cuando supo que su marido la engañaba con otra. A veces la realidad supera la ficcion hasta en su lado mas duro. Tu relato me ha encantado lo describes de una forma que llega al alma. Besos.
ResponderEliminarUf, ¡qué doloroso! Gracias por leerme. Besos.
EliminarUn relato muy crudo, yo me encontre con una situacion similar, solo que apartaron el cuerpo de la mujer a un costado lo taparon con papel de diario y el tren siguio su camino. La sensacion de impotencia y la pena fueron inmensas. Despues supe que la mujer se suidido cuando supo que su marido la engañaba con otra. A veces la realidad supera la ficcion hasta en su lado mas duro. Tu relato me ha encantado lo describes de una forma que llega al alma. Besos.
ResponderEliminarEs así de triste como tu relato, la vida continua, pase lo que pase, un nuevo día vendrá y todo continuará.
ResponderEliminarUn abrazo
UN saludo Carmen! Espero que estés bien. Gracias por pasar a leerme y comentarme
EliminarHe siempre considerado que cualquiera de las dos decisiones requiere un gran coraje... Estremecen tus letras, y hacen pensar.
ResponderEliminarFelicitaciones por el aporte, un beso.
Alama, yo también lo creo así. Gracias por pasarte por aquí
EliminarUn relato muy bien contado.Me alegro de que la protagonista haya decidido vivir y seguir adelante aunque entiendo que a veces es posible que la desesperación sea tan grande que lleve a alguien a acabar con su vida. Triste, pero la vida, como el tren, continúa su camino.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Charo por pasarte por aquí y dejar comentario. Un Beso a ti también
EliminarLa vida sigue adelante, aunque algunos, a veces, no se sientan capaces de seguir adelante. El sol sigue saliendo, alumbrando y calentando y cada primavera todo florece.
ResponderEliminarM encantó tu relato, Mar. Muchos besos.
Gracias Juan Carlos. Un abrazo!
EliminarBemdita decisión. La más difícil, la más comprometida. ¡Será estúpido el que se la quita!
ResponderEliminarMuy buen texto entre relato y reflexión, claro y directo a la cabeza.
Besos
Jejejej, me gustó eso de directo a la cabeza. ¡Con lo que yo le doy al coco! Besosssss
EliminarUn Buen Relato el que has escrito.
ResponderEliminarEntré para curiosear y me ha gustado mucho el haberlo hecho.
Tanto que me quedo como seguidor de tu blog, pues vendré a leerte con frecuencia.
manolo
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Muchas gracias Manolo! Bienvenido. Eres un juevero?
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