miércoles, 1 de julio de 2015

LA LAVADORA DE PLATOS


Nomita lavando los platos en la casa de acogida RAIKALA (Orissa, India)

Me pregunto si en tu lengua

existe una palabra que signifique
queja.
Si la gente se queja porque sí.

No un quejarse por dolor
-dolor de huesos, dolor de hambre,
dolor de corazón-.
No. No es eso.

En mi mundo hay un quejarse
perezoso, vergonzoso, ridículo.
Es el de es que
tú no friegas ni un plato,
el lavaplatos no funciona,
o adiós manicura…

Frente a tu casa,
tu vajilla reluce al sol.
Sólo arena y agua,
ni Fairy ni MIstol.
Sólo la soltura de tus manos
y la alegría de tu sonrisa
hacen posible el milagro.

3 comentarios:

  1. Muy bueno Mar, somos lo mismo y nuestras vidas difieren totalmente por esas comodidades que unos tenemos y otros no. Lo extraño es que, al fin y al cabo, no sabemos donde hay mayor felicidad.
    Besos, amiga.

    ResponderEliminar
  2. Tierno poema. ¡Y cuánta razón!
    Besos y una gran sonrisa.

    ResponderEliminar