En mitad de la noche me desperté,
con tu nombre en mis labios.
Te deseaba buenas noches…
Pero ya digo, me desperté…
abrazada a tu ausencia.
Quedaban todavía dos horas
de sueño, mas era inútil,
tú no volverías.
"En tu luz aprendo cómo amar. En tu belleza, cómo hacer poemas. Bailas dentro de mi pecho donde nadie te ve, pero a veces yo lo hago, y esa visión se convierte en este arte". Rumi